4.13.2011

ANHELO

La acompañe hasta lo más lejano. Solo y por unos minutos, estuve atado eternamente a ella… Y viajamos… Y recorrimos… Como una brisa o un viento suavemente mas fuerte quizá, que recorre a modo de pequeños remolinos un campo minado de flores sedosas de color amarillo, con algunos pétalos rojos. Algunas… Pero no nos frenamos ahí, continuamos juntos mirándonos a través de nuestros ojos espejados de gran ciclope, entendiendo demasiad poco lo que sucedía, si es que algo lo hacia… Por momentos me enganchaba con nuestra capa, que nos protegía de ese bello ensueño. Un ensueño casi utópico rozando la tangente de la nostalgia y el deseo de que no sea un sueño… Y la duda, al notar otro color en su mejilla, se apodero de mí ! Pero al instante de esa milésima de segundo sin sabor, apretó fuerte mi mano, me miró como ella suele hacer, me obsequio una sonrisa, y continuamos caminando lentamente por entre las flores, ahora densamente dominadas por el color azul, que me hacia confundir los pétalos con el cielo… o tal ves con mi sabana…